UNO SE VA y parece que no está;
flor de una sola mañana
hasta que su calor desaparece
en el pico vuelto al rocío.
La palabra en ecos se desvanece
y en oídos se aquilata
asustando en susurro sus agonías
que a todo imprime sentido.
La flor cae sobre el suelo
pero su aroma por su nombre queda
en labios esculpidos;
fronteras del Uno también pasan.
Del libro "Palabras de tinta y aire" 2007.