Corre el viento taciturno
por la garganta del mundo
sin eco de montaña.
Amanece la mañana
como espejo presumido
ante lo igual y añejo.
Emana el agua de arroyo
a río sin misterio
de su primera gota.
Un ave va, y se aventura
a su sombra que es abismo
y alimento en su nido.
Y vive el presente el sabio
sin soltar el desafío
de su sola tiniebla.
De el poemario "El Jardín de Mnemóside". 2007
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