POEMA.
Ya el gallo cantó. El sol se abre paso
Hasta las alturas de los árboles
que regalan sus verdes oscuros en vivaz brisa atemperada, aún, de nochegustosa por las sábanas sobre los cuerpos desnudos.
Los pasos dentro de la casa van sonando
hacia la vivaz meta del día que se abre,
como el cielo está, entre el pan tostado,
con el baile de tomates, de aceite y de ajo,
sobre la mesa de muchos tiempos heredados.
Una hermana me llama. Y salgo de los mundos
que la higuera me regala con sus sombras
de raíz húmeda e higos maduros,
con su olor que me da lo que ahora soy.
Una hermana me llama; ¡voy!¡ya voy!
El Brezo, 13 de agosto de 2020.
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