Hay tantas formas de vivir un sentimiento
que jamás serán contadas
dentro de unas palabras por sí solas;
el párpado que borra o abre
algún ojo de pestañas
errante de otros caminos,
la fiable mano de un padre
sobre un hombro del hijo.
Hay tantas formas de vivir un sentimiento;
dulce calor de la lumbre
en la cara de solano
por la amanecida recta
tras un paredón de piedra
hecho de lo prohibido.
Hay tantas formas de vivir un sentimiento;
un libro que excorie con sus páginas
el espíritu de lo poético,
la musicalidad entrecortada
en tiempo ancho, largo y andado en recuerdo
sin más fruto maduro que uno mismo.
Hay tantas formas de vivir un sentimiento;
el sabor de un café en taza de borde
desconchado por temor de unos dedos
rematados de pintauñas rosa,
un pajarillo asustado de jaula
en favor de unos "chipiculías".
Hay tantas formas de vivir un sentimiento
que no es preciso ajustar su momento,
pues hay que saberse viejo junto aquél.
Hay tantas veces de vivir un sentimiento
que no importa su consumación.
¡Hay tantas vidas vivas en un sentimiento!
MADRID, 14 NOVIEMBRE DE 2005.
No hay comentarios:
Publicar un comentario