sábado, 17 de febrero de 2018








Dentro del vientre de la noche
transcurro sin querer,
sin ser el timón del aire
que agrande mis pulmones.

Es la acera mis ojos y mis piernas,
es mi ida hasta otra mano cualquiera
a la caza del número de mi ruleta;
          hueco de la tuerca que toca,
          agujero del primer amanecer,
          delirio de la carne que del placer
          luego despinta el reencuentro hasta el asco.

Dentro del vientre de la noche
no llego, pero me siento,
miro de soberbia a soberbia,
y soy un simple de lo diferente,

Entre la masa del que cambia
no soy timón de aires ni unos pulmones,
estoy como acera nocturna,
fría, sola, asolada y quemada.
Soy, desde el vientre de una noche,
uno más que busca, desde su misma sombra,
lo que el día me rompe y arrebata.

Dentro del vientre de la noche
mi yo, vocifera y reclama
a ese otro que se me acerca y me pasa
adulterado tras el cristal blasonado del reproche.

¿Será mi sombra 
la nube que espesa el grito
que delata, en tormenta de contracciones,
el habitado vientre de la noche?

¿Qué tengo tan diferente?







Del Poemario "Palabras de tinta y aire" Noviembre de 2007.



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