La ruptura - destrucción- es un simple poro
infectado de sinrazón
por el aliento pútrido del tiempo que nos pasa,
con sus alas negras,
y dejarnos bajo se extensa sombra.
La resistencia - unión - es un pústula
que aventuramos a reventar, en pico de alfiler,
como única epopeya por sentido del paso,
a medio dar, dentro del bosque renovador
de los regueros calientes de nuestros humores.
Madrid, noviembre de 2007.
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