En el teatro del mundo,
sólo público
aturdido, frío de quieto
al gesto de un estornudo,
- hueco de cielo y tierra –
que asusta a lo oscuro
y censura del espejo
la escena de su luz.
En el teatro del mundo,
ni ayeres ni ahoras
y, menos aún,
mundo;
¡desnudez de carne y mazmorra!,
por el hueco del barrote que aísla.
Poemario "El Jardín de Mnemósine". 2007.
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