Ya es la hora, abuelo,
y lo recogido que estoy
en este nido de palabras
se me antoja pequeño.
¡Nosotros podemos cambiarlo! ¿Verdad?
Yo te quiero y por ello no dejo
de alumbrar mi memoria
esculpiendo tu mirada, tu voz, y sacar
el botín que, tú y yo,
escondimos en tiempos de nadie
para alimento de los olivos.
¡Vamos abuelo! Vamos a pasear.
Del libro "Vivir a un abuelo"1998.
No hay comentarios:
Publicar un comentario