Cuánto silencio. Sólo el cuco rompe esta quietud
que desde el firmamento de estrellas se cuaja en las hojas
de los robles, sobre las raíces que sujetan la tierra milagrosa
que luego me hará despertar. La noche se abre en plenitud
aun de entumecer lo que encarnar quiere mi boca,
en murmuro o en grito, para desahogo de esta solitud
que desnudo por entera contra cualquier otra cosa.
Cuánto silencio. Calló el cuco. Ahora, tú, eres gloriosa.
Pomario "Para M". 2011.
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